WEGO, el tamaño no importa
.A la pregunta de ¿cuál es el sitio más raro en el que has hecho el amor?, la respuesta que ganaría por goleada entre los coreanos sería "en la habitación de Hello Kitty". Puede parecer fuerte, pero es así como los empresarios locales han desarrollado todo un segmento, el de los "love motels". Discretos moteles en los que fantasear en habitaciones tematizadas, llenas de obscenos amenities, se ha convertido en un divertido plus para su clientela.
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Dentro de esta oferta tan estimulante y haciendo todo un alarde de glamour, WEGO, un love motel de Taiwán, decidió posicionarse como "luxury love motel". Para reforzar esta posición se lanzó a contar sin tapujos tres historias que bien podían haber ocurrido en el propio motel.
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En "SOAP", Masami Kamiyama narra, con una exquisita realización, como una pastilla de jabón le juega una mala pasada a una mujer infiel y a su amante. Cheng Hung-I mezcla en "Room service" gastronomía y sexo con las fantasías de una deshinibida camarera de habitación. Y en "Shower cup", Lo Ging-Zim cuenta como el rey del aquí te pillo, aquí te mato, intenta romper una terrible maldición.
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Cuando parecía que la producción de contenidos era un tema reservado a marcas grandes como BMW, VOLVO, PHILIPS o LG, lo que WEGO ha venido a demostrar es que, para conseguir llevar a tus clientes al éxtasis, al audiovisual también, el tamaño no es lo que importa.
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